domingo, 11 de diciembre de 2016

¿Tu vida sana te puede salvar de una enfermedad a la que te condenan tus genes?


A pesar de todas las campañas que se hacen en todo el planeta por una alimentación sana, contra el sedentarismo o contra el tabaco, nosotros seguimos sin creer totalmente que todos nuestros malos hábitos tengan una influencia en nuestra salud. Esto puede ser debido a que aunque por un lado hay cientos de estudios que han probado las ventajas de una vida sana, también se ha demostrado que si en nuestros genes estamos marcados con una determinada enfermedad, poco debemos hacer al respecto, ¿o no? Lo cierto es que está demostrado que, concretamente en enfermedades cardiovasculares, se ha demostrado que las personas con los genes considerados “de riesgo” tienen unas probabilidades entre 3 y 5 veces mayores de enfermar que las que no tienen estos malditos genes.
¿Pero podemos hacer algo para luchar contra nuestro destino?
Un grupo de médicos estadounidenses acaban de publicar la respuesta en un artículo publicado este mes en la prestigiosa revista  The New England Journal of Medicine. Y la respuesta es que: SI, ¡CLARO QUE SI! En él explican cómo han demostrado que, a pesar de que el riesgo genético tiene una fuerte influencia en la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, el hecho de tener una vida sana reduce este riesgo de forma muy importante.

¿Cómo lo han hecho?
El estudio lo han hecho en unas 60.000 personas, por lo que el volumen del estudio es muy importante. Esto es esencial a la hora de darle credibilidad a un artículo científico, porque no es lo mismo hacer una afirmación sobre una muestra de 10 personas, que sobre 60.000.
De estas personas tenían su perfil genético (por tanto pudieron definir su riesgo de sufrir la enfermedad), sus analíticas médicas, como colesterol, hipertensión, diabetes, etc. Y les hicieron una encuesta en la que les preguntaron sobre sus hábitos de vida. Estos hábitos se basaron en cuatro puntos fundamentales: actividad física, dieta, obesidad y tabaquismo. Y con toda esta información hicieron un gran trabajo estadístico.

Algunos resultados fueron obvios y poco esperanzadores, las personas con mayor riesgo genético también tenían mayor riesgo de sufrir la enfermedad cardiovascular (un 91% mayor).
Pero otros resultados fueron muy esperanzadores, en todas las personas, las que tenían riesgo genético alto, intermedio y bajo, se reducía drásticamente el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (alrededor de un 45% menor).
Es decir, la respuesta a la pregunta del título es SI. Aunque genéticamente tengas mayor riesgo de sufrir una enfermedad, seguir un hábito de vida saludable puede reducir ese riesgo en casi en un 45% de posibilidades. Pero por otra parte, aunque no tengas riesgo genético, ¡no te confíes! Las personas del estudio sin riesgo genético, pero sin hábitos de vida saludables, también aumentaban su riesgo de sufrir la enfermedad.

Conclusión
Como conclusión quisiera destacar que este estudio confirma de forma tajante la importancia de unos hábitos de vida saludable para reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Por tanto, ¡no valen excusas!, deja el tabaco, apúntate al gimnasio y come más fruta y verdura (menos grasas y azúcares). Puede ser un buen propósito para el 2017.
El artículo completo lo podéis leer en este link

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